Estuvieron presentes la subsecretaria de Coordinación, Sonia Suyay Urrutia; y el director Registro Civil y Capacidad de las Personas, Lucas Villagrán, al tiempo que participan delegados de las ciudades de la Zona Atlántica, incluyendo Valcheta y Sierra Colorada, y del Valle Medio, así como personal del Nivel Central.
La capacitación se replicará el 29 de octubre en General Roca con los delegados de las ciudades del Alto Valle hasta Catriel, y el 11 de noviembre en San Carlos de Bariloche con los de la Zona Andina y el resto de localidades de la Línea Sur.
Sobre el tema registral, el Ministro Di Giácomo señaló que hay una realidad “que nos obliga a capacitarnos y a especializarnos, tanto en los aspectos técnicos, como en lo que tiene que ver con la dinámica de la sociedad, tan cambiante”, ejemplificando con “las distintas formas de matrimonio, las cuestiones convivenciales establecidas en el nuevo Código, las identidades de género y las modificaciones en las cuestiones patrimoniales”.
Reflexionó que estas cuestiones registrales, por un lado se simplifican en lo técnico porque se automatizan, y por otro se complejizan “en la medida que nuestra sociedad se complejiza, y el deber nuestro es llevar adelante todas esas tareas de la única manera posible que es hacerlas bien, no hay un hacer más o menos, tanto por parte de los que se están capacitando hoy como de nosotros las autoridades”.
En tanto, el titular del Registro Civil, Lucas Villagrán, señaló que la capacitación se refiere a abordar las modificaciones realizadas en el nuevo Código Civil y Comercial relativas a matrimonio y unión convivencial, inscripción de nombres y apellidos, y registro de incapacidades.
Mencionó que “los cambios que hay en los nombres tienen que ver con nuevas formas de concebir el concepto de identidad, con una apertura y con una búsqueda de la singularidad de la persona”.
“Nosotros tenemos que tener en cuenta que cuando registramos un nombre y un apellido, estamos registrando quizás el único rasgo de identidad que prevalece a lo largo del tiempo”, consignó.
El funcionario explicó que la reforma vigente desde el 1 de agosto último flexibiliza la inscripción de nombres en el organismo, y respecto a los apellidos “habilita lo que quieran los padres, ya que se podrá optar por el paterno, el materno o de los dos y en el orden que prefieran”.
Indicó que se “receptan realidades que se venían dando de una manera irrefutable, como la unión convivencial”.
Destacó que en función de esta reforma recientemente el gobernador Alberto Weretilneck puso en vigencia por decreto en el ámbito del organismo el registro de uniones convivenciales.
Del Ministro Di Giácomo
Di Giácomo expresó en la apertura que “poder estar en una jornada de capacitación es un motivo además de acercamiento, de contacto directo entre los que llevan adelante la tarea en lo que se denomina el Nivel Central y quienes lo hacen en las distintas delegaciones”.
Mencionó que la cartera a su cargo tiene, entre otras funciones, “ocuparse de tareas que son las registrales, el Registro Civil, el Registro de la Propiedad Inmueble, el Registro de las Personas Jurídicas, el Registro de Comercio, es decir, todo lo que significa darle identidad a personas, objetos cosas, empresas e instituciones”.
Indicó que “esto no es un tema menor en la Argentina; por empezar la identidad está presente en todos nosotros si lo juzgamos desde el punto de vista de lo que se llama las necesidades humanas básicas. El ser humano es posible a partir de tener cumplimentadas cuatro necesidades humanas: la necesidad de ser, la de estar, de tener y de hacer”.
Agregó que “para poder lograrnos humanamente necesitamos en primer lugar eso del ser, ser alguien. El ser para ser alguien también tiene que ver con el ser algo, y esto surca no sólo a las personas físicas, sino a las personas jurídicas, a las empresas. Y esto se conecta directamente con el tener, toda persona tiene que sentir que tiene algo”.
Dijo seguidamente que “el estar es en un lugar, en un domicilio, en un paraje, en una provincia, en un país, y ahí es donde aparece la vivienda, la necesidad de no ser un trashumante o no ser un apátrida, no tener patria; tener ese espacio, ser uno y poder estar en un lugar y poder tener algo de lo que uno se siente como dueño. Y en última instancia para poder hacer, poder trabajar, poder producir, necesitamos tener identidad frente a cada lugar”.
“Se inicia en la necesidad de ser todas las actividades del ser humano, y en la Argentina la cuestión de la identidad es un tema central desde hace muchos años y va a seguir teniéndolo durante muchos años más en la medida de lo que ha significado la sustracción de identidades, como la más grave de las producidas durante la dictadura, el robo de niños, el robo de identidades”, consignó.
El Ministro de Gobierno explicitó también que “hasta no hace muchos años, en función de los usos y costumbres, algo tan sublime como era una adopción estaba surcado por el secreto, no se podía decir, se tenía que ocultar, entonces se inventaba una identidad, se ocultaba el verdadero origen”.
Destacó que “poder sentir que podemos tener una identidad tiene que ver también con cuestiones que hacen a poder documentar eso desde el nacimiento, a poder saber quiénes somos desde que nacimos”.
“Esto tiene que ver con la tarea de quienes ahora se van a capacitar, tiene que ver con eso que va desde el acta de nacimiento hasta el acta de defunción, pasando en el medio por todas las cuestiones vinculadas a la documentación”.
Señaló asimismo que esa labor que antes era precaria “ahora, cada vez más, es algo electrónico, donde ingresan datos diométricos, antropodiométricos, que nos permite a la vez conectarnos con todas las otras cuestiones que vamos a tener y hacer a lo largo de la vida, de ahí la importancia básica del registro correcto del nombre y apellido, del lugar de nacimiento, del nombre de los padres, y los problemas que ocasionan los errores en este sentido; ésta es una cuestión que tiene que ser exacta, no permite ambigüedades”.
El titular de la cartera gubernamental expresó además que “ahora vamos a empezar a incluir otras cosas, que aparecen en estas nuevas modalidades de registración civil de las personas en sus documentos, que es el dónde viven, con una dirección exacta, que va a quedar íntimamente relacionado con la posibilidad del ejercicio de la ciudadanía en lo que hace a la cuestión electoral”.
“Cada vez más esto nos obliga a capacitarnos y a especializarnos, tanto en los aspectos técnicos, como en los aspectos que tienen que ver con la dinámica de la sociedad, tan cambiante”, ejemplificando con “las distintas formas de matrimonio, las cuestiones convivenciales, las identidades de género y las modificaciones en las cuestiones patrimoniales”, finalizó el Ministro de Gobierno.