Desde el comienzo de esta importante ola de calor, las plantas potabilizadoras están trabajando con todos sus equipos de bombeo para inyectar a la red hasta su capacidad máxima de producción. El personal también realizó maniobras en la red para optimizar la distribución del recurso.
A diario, se reciben denuncias de mal uso de piletas, con usuarios que vacían y llenan constantemente las mismas, así como personas que abusan del riego de calles y veredas.
Para ilustrar la magnitud del consumo, el simple hecho de dejar correr una manguera de jardín estándar durante 1 hora podría resultar en el desperdicio de entre 1,000 a 2,000 litros de agua, dependiendo de la presión del agua.
En este contexto, es esencial adoptar un uso responsable y solidario del recurso. Responsable, evitando el derroche y el consumo excesivo de agua potable; y solidario, considerando que el agua desperdiciada no llega a los sectores más alejados de las plantas potabilizadoras.