Con la modalidad virtual, el IPAP logró un ahorro importante a nivel presupuestario, sentando un precedente positivo, pero no solo en cuanto a lo económico, sino también sobre el cuidado del ambiente.
Para dar un ejemplo, en las últimas mesas de finales presenciales del 2023, se utilizaron más de 6 cajas con 60 resmas que contenían cada una 500 hojas de papel blanco (30.000 mil hojas). A esto se le sumó también más de 4000 folios, 1000 sobres de papel madera, unas 20 cajas de cartón y 160 biblioratos, entre otros insumos. Representando un gran gasto que luego se traducía en un almacenamiento que ocupaba lugar físico dentro del edificio del IPAP.
A su vez, también hay que sumarle el gasto en combustible porque los exámenes impresos eran trasladados a diferentes puntos de la Provincia. Si ese mismo proceso se hubiera realizado en las mesas de finales de julio/agosto 2024, se hubiese requerido del uso de mayor cantidad de papel, por el incremento en la matrícula de estudiantes, con un registro de 10.000 inscripciones para dichas mesas.
Este cambio a la virtualidad significa un proceso de innovación muy importante para el Instituto, con acciones que tienden a una mejora en su calidad educativa y agilización en los procesos de evaluación. De este modo, al reemplazar el soporte papel por el uso de las nuevas tecnologías se avanza hacia una transformación digital.
La modernización, al volcarse en el entramado 100% digital, agiliza, centraliza y llega fácilmente a toda la comunidad para que cada rionegrino y rionegrina pueda estudiar en el IPAP.